Oscar Morgan, CEO de la start up que ha creado el patinete eléctrico extremo 'Tesla Killer': “No esperamos que mucha gente lo monte, es aterrador y no es muy seguro”

Mientras en España la normativa limita la velocidad de los patinetes eléctricos a un máximo de 25 km/h, en el Reino Unido una startup llamada Bo ha decidido llevar la propulsión eléctrica sobre dos ruedas al extremo. Su nuevo modelo, el Bo Turbo, alcanza velocidades de más de 160 km/h y aspira a convertirse en el scooter más rápido del mundo.
Se trata de un prototipo de altas prestaciones basado en su scooter urbano estrella, concebido únicamente para batir récords y demostrar hasta dónde puede llegar la tecnología eléctrica en un vehículo de dos ruedas. La empresa que lo comercializa lo denomina también 'Tesla Killer', es decir, asesino de Tesla, destacando su capacidad para superar las prestaciones de algunos coches eléctricos en cuanto a aceleración y potencia.

A diferencia de los patinetes eléctricos convencionales, pensados para trayectos urbanos y limitados por normativa, el Bo Turbo combina potencia extrema, batería de larga autonomía y una relación peso-potencia que supera incluso a algunos coches deportivos. “No esperamos que mucha gente lo monte, es aterrador y no es muy seguro”, admite Oscar Morgan, CEO y cofundador de Bo, dejando claro que su objetivo es mostrar el potencial de la propulsión eléctrica en su máximo exponente, no sustituir al transporte cotidiano.
El Bo Turbo se ha probado por primera vez en el Circuito de Goodwood (Reino Unido), donde un piloto profesional alcanzó 137 km/h, y en pruebas posteriores ha superado los 160 km/h. La aceleración es otra de sus grandes sorpresas. Mientras un Tesla Model 3 Performance necesita 3,1 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, la mayoría de los scooters eléctricos convencionales tardan cerca de 10 segundos. Según Morgan, el Turbo ofrece una respuesta tan inmediata que “una de las cosas que más nos sorprendió al ponerlo en pista por primera vez fue lo rápido que acelera”.
El prototipo funciona con una batería de 88 voltios y 1.800 Wh, suficiente para recorrer hasta 240 km con una sola carga. Esta energía equivaldría, según la empresa, a cargar unos 1.500 smartphones de forma simultánea. Además, su relación peso-potencia supera a la de un Bugatti Veyron, lo que le permite combinar ligereza con potencia extrema, algo inaudito en un vehículo de dos ruedas.
Bo ha dejado claro que el Turbo no está pensado para circular por la calle ni sustituir a un patinete urbano convencional. Su objetivo es batir récords de velocidad, inspirar a los aficionados a la movilidad eléctrica y mostrar de qué son capaces estos vehículos cuando se diseñan sin restricciones.

El desarrollo del Turbo ha sido largo y meticuloso. Basado en el Bo M, el scooter urbano de la compañía, el proyecto ha requerido 18 meses de pruebas y ajustes, combinando ingeniería avanzada, calidad y estilo. Morgan relata cómo buscaban un equilibrio entre potencia y robustez. “Podíamos tener algo barato y débil, o caro y rápido, pero de mala calidad. Lo que queríamos estaba en medio: potencia, calidad y estilo. Tuvimos la suerte de tener la habilidad para crearlo y la ingenuidad de pensar que sería fácil”.
Aunque el Turbo no se comercializará de forma masiva, Bo prepara un pequeño número de unidades para coleccionistas y motoristas autorizados, con un precio de partida de 27.500 euros. La primera entrega está prevista para 2026, coincidiendo con el Gran Premio inaugural de Fórmula 1 en Madrid. Mientras tanto, la empresa continúa desarrollando su versión de carretera, el Bo Model-M, que llegará al mercado este mes de agosto, empezando por Estados Unidos, pensado para quienes buscan una experiencia de conducción eléctrica divertida, potente y segura, pero accesible para el uso diario.

Con el Turbo y el Model-M, Bo aspira a atraer a dos tipos de usuarios: aquellos que buscan mejorar su experiencia respecto a scooters de gama media, como los Segway, y quienes no usan scooters actualmente, pero desean un vehículo innovador y exclusivo. “La mayoría de nuestros usuarios tienen éxito en sus campos y están dispuestos a probar algo antes de que tenga aceptación general”, asegura Morgan.
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